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Preparación

Batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla blanquee.

Añadir la harina tamizada y, por último, la leche y el aromatizante (agua de azahar o ron) y mezclar bien; sin batir.

 Verter la mezcla en un molde engrasado y cocerlo durante 40-45 minutos en horno precalentado a 190ºC. El pastel sube mucho en el horno y luego baja.

Dejar enfriar sobre una rejilla antes de desmoldarlo.

Preparación

Poner en un bol el cerdo cortado en tiras, la salsa de soja ligera, el vino de arroz, el huevo, sal y pimienta blanca. Mezclarlo bien, taparlo y dejarlo marinar al menos 30 minutos en la nevera.

Rebozar el cerdo en una mezcla de harina de trigo y Maizena a partes iguales.

Poner a calentar abundante aceite a fuego medio, a unos 160ºC, y freír el cerdo hasta que esté cocinado, durante  unos 4-5 minutos. Sacarlo y ponerlo sobre papel absorbente.

Subir a fuego alto, unos 190ºC, y volver a freír el cerdo hasta que esté bien dorado y crujiente. Ponerlo de nuevo sobre papel absorbente.

En una sartén con un poco de aceite de girasol, freír el ajo picado. Agregar el agua, el vinagre de arroz, el ketchup, la salsa de soja ligera, el azúcar y la sal y mezclarlo todo bien.

Añadir poco a poco una mezcla de agua y Maizena para espesar la salsa. Agregar el cerdo, mezclarlo todo bien y servirlo inmediatamente tras haber espolvoreado por encima semillas de sésamo tostado.

Se puede acompañar con arroz blanco.

 

Fuente Kwon Homsai

Preparación

La noche anterior, mezclar 10 gr de masa madre con 120 gr de harina integral de centeno y 120 gr de agua. Al día siguiente (tras unas 10 horas), la masa estará esponjosa y aromática.

Verter el agua recién hervida sobre la harina de maíz y remover con una cuchara hasta formar una pasta. Dejar que se enfríe ligeramente hasta que no queme, y mezclar con el resto de ingredientes.

Las distintas variedades de maíz y centeno difieren mucho en cuanto a su capacidad de absorción de agua, de ahí que la cantidad de agua de la receta oscile entre 250 y 300 gr. Por eso hay que empezar por la cantidad menor e ir añadiendo agua hasta conseguir una masa densa y tibia por el escaldado de maíz, que manche las manos, pero que no sea tan floja como para que se desparrame por la mesa.

Dejarla fermentar una hora y pasarla a una mesa muy enharinada. Usar harina para que no se pegue a la mesa y darle forma de bola, intentando que quede más alta que ancha.

Ponerla sobre una hoja de papel de hornear y dejar que fermente unas 2 horas y media. La propia masa indicará el momento de meterla en el horno  porque se abrirá mostrando grietas. Si la masa es muy líquida, se caerá con rapidez.

Hornearla durante 15 minutos a 250ºC con mucha humedad (para ello, en una bandeja metálica muy caliente colocada en el fondo del horno, verter medio vaso de agua) y luego otra hora y media a 200º C, total una hora y tres cuartos.

Una vez sacado el pan del horno, dejar que se asiente un día entero.

 

 

Fuente: Ibán Yarza