Ingredientes
360 g de harina.
2 c/c de sal.
350 g de mantequilla a temperatura ambiente.
230 g de queso a temperatura ambiente.
550 g de azúcar.
6 huevos grandes.
1 c/c de extracto de vainilla.
Preparación
Precalentar el horno a 180ºC. Rociar generosamente dos moldes de bizcocho (23 x 13) con espray para cocinar.
Mezclar la harina y la sal en un cuenco.
Con una batidora a velocidad alta, batir la mantequilla con el queso crema hasta que esté suave. Añadir poco a poco el azúcar, batiendo hasta obtener una mezcla blanquecina y esponjosa, unos 5 minutos. Añadir los huevos de uno en uno, batiendo bien tras cada incorporación. Agregar la vainilla. Cambiar a velocidad baja, y añadir la harina en dos tandas y batir solo hasta unirlo.
Dividir la masa en dos moldes (deben quedar llenos). Golpear suavemente los moldes sobre la encimera para que salga el aire y alisar la superficie con una espátula acodada.
Hornear los bizcochos hasta que estén dorados y el probador de pasteles salga limpio (70-85 minutos). Si se dora demasiado rápidamente cubrir con papel de aluminio. Trasladar los moldes a una rejilla enfriadora y dejar 10 minutos. Voltear los bizcochos sobre la rejilla y dejar enfriar por completo.
Si se hace en molde de tubo o en molde de Bundt, aumentar el tiempo de cocción 5 minutos.
Estos bizcochos están mejor al día siguiente, y se conservan muy bien en el congelador (máximo 3 meses), bien envueltos en film trasparente y papel de aluminio