Ingredientes
500 g de harina de fuerza.
10 g de sal.
300 ml de agua fría.
5 g de levadura fresca.
Preparación
Amasar todos los ingredientes excepto la levadura que se incorporará en los últimos minutos de amasado.
Dejar reposar la masa cubierta con un paño de cocina ligeramente húmedo, durante 30 minutos dentro de un bol con un poco de harina en la base.
Dividir la masa en 7 porciones de 120 gramos. Dejar reposar tapadas con el paño húmedo durante 15 minutos encima de una superficie enharinada.
Ahora hay que dar forma a los panes, para ello aplanar un poco la masa y dejarla en forma rectangular. Doblar la parte superior hacia en centro, presionar para sellar y después hacer lo mismo con la parte inferior. Doblar la pieza por la mitad a lo largo y apretar con la palma de mano para sellar. La unión debe quedar debajo durante la fermentación.
Hacer rodar la pieza presionando con las manos planas, estirando hasta darle la forma deseada. Poner los panes sobre un paño espolvoreado de harina y cubrir con un paño húmedo. Dejar fermentar 90 minutos o hasta que casi doble su volumen.
Precalentar el horno a 230ºC con aire.
Cuando las barras estén listas colocarlas con cuidado sobre la bandeja del horno, hacer un corte longitudinal con el cuter y espolvorear harina por encima con un colador fino..
Introducir la bandeja en el horno, echar en la base del horno unos cubitos de hielo y bajar la temperatura a 200ºC. Hacer esta operación rápidamente para no perder vapor del horno. Cocer durante 15 minutos.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.