Ingredientes
200 g de azúcar.
130 ml de agua.
130 ml de glucosa líquida.
Colorantes alimentarios.
Unas gotas de aroma de fresa, de limón.
Unos palitos de piruleta.
Preparación
Forrar dos bandejas de horno con papel sulfurizado. Tener a mano una taza con agua fría y un pincel de cocina.
Poner el agua, el azúcar y la glucosa en un cazo de fondo grueso a fuego medio. Mover el cazo de vez en cuando sin remover con la cuchara. Cuando se haya disuelto el azúcar, subir el fuego para que hierva y dejar reducir. Si se pega el azúcar a las paredes del cazo, desprender con el pincel mojado.
Cocer durante unos 15 minutos, pero comprobar el estado cada 5 minutos. Para ello, meter una cucharita en el centro de la mezcla y pasarla a la taza con agua y dejar que se enfríe 1 minuto más o menos. Retirarla y comprobar el estado del jarabe en la punta de la cuchara. Si ha desaparecido, el jarabe está en el inicio de la cocción.. Dejar que siga hirviendo y volver a comprobar, si la mezcla está blanda, todavía no está lista. Llegará al punto de caramelo cuando la mezcla se vuelva dura en el agua. En el cazo, el jarabe se pondrá de un color marrón claro.
Con mucho cuidado, pues quema mucho, verter el caramelo en una jarra añadir los colorantes y los aromas. Revolver lo justo para que se mezclen y verter círculos sobre el papel sulfurizado que teníamos preparado, dejando una separación entre ellos. Colocar un palo sobre cada círculo antes de que se enfríe la mezcla y esperar a que se endurezcan las piruletas. Si el caramelo estaba en su punto, esto ocurrirá muy rápido.